El
paradigma del matrimonio feliz para toda la vida no existe, como no
existe una vida sin problemas, la diferencia entre una persona y otra
estriba, en cuanto su conocimiento le ayuda a elegir comportarse y tomar
decisiones de la mejor manera.
En
el tema conyugal hay un especialista que ha dedicado su vida a entender
la interacción de los matrimonio él psicólogo John Gottman, en sus
estudios demuestra que en todos los matrimonios hay interacciones
positivas y negativas, si la proporción es 1 a 1 el matrimonio es
propenso al divorcio y Gottman encontró que los matrimonios saludables
son los que experimentan la proporción de 5 interacciones positivas por 1
negativa ¿Cuántas tienes tú?
Permíteme
compartirte 7 consejos para una buena pelea, estos los he extraído de
todos los años que llevo atendiendo en consejería a cientos de parejas y
que espero que en tu vida, hagan la diferencia:
1) Comprométanse a ser honestos
La
honestidad en el matrimonio implica no solo el hablar verdad, sino no
hacer teatros como fingirse que se enferman o buscar el propio interés.
El no ser honesto implica un daño para la misma persona, ya que no se ha
dado cuenta que el dañar al cónyuge es dañarse a sí mismo.
2) No seas hiriente
En
una buena discusión debes mentalizarte que el destinatario no es la
persona, sino el hecho, el desacuerdo, así que enfoca siempre la
discusión en el hecho, no levantes la voz, no ofendas, y mucho menos,
busques lastimar en donde más le duele a tu pareja, enójate si, pero no
permitas que el enojo te domine
3) No huyas
Es
común que en las discusiones conyugales alguno de los cónyuges huye
saliéndose de la habitación o de la casa, pero esta es un signo de
acobardarse y no afrontar responsablemente los problemas. Ojo, huir es
semejante a quedarte mudo(a)
4) Solo atiende el problema
Es
común escuchar la famosa frase: “ah sí yo no pague la luz, pero tu
tampoco la vez pasada lo hiciste”, el meter problemas adicionales
enturbia la solución, por ello, usa la frase: “Ahora estamos discutiendo
que tú no pagaste la luz, si tienes alguna queja la atenderemos cuando
la presentes”. El meter problemas adicionales a la discusión la vuelve
más grande.
5) Elige el momento oportuno
Para
toda discusión debes tener la sabiduría de encontrar el momento, el
tiempo, el lugar y las emociones correctas. No ataques a tu cónyuge en
público, no lo hagas enfrente de los hijos, no comiences a discutir si
estas enojada(o)
6) Ten siempre detrás de cada problema una solución
Si
se comprometen los cónyuges a nunca escuchar una critica, si junto con
la critica la persona no trae una sugerencia de como resolver el
problema, ayudaría mucho a la relación y eleva a los contrincantes a un
lugar de honra.
7) Acepta que no siempre se llegará a un acuerdo
Aprende
a no descalificar a tu cónyuge, más bien madura y aprende a aceptar a
que no todos piensan como tu. Asúmete como responsable, de que si no
lograste convencerlo(a) no es ella o el que no entienden, eres tú que no
tuviste la capacidad de convencerlo
Con
lo anterior tenemos que conocer que las peleas en los matrimonios
existirán siempre, pero te comparto unas reglas que si las sigues te
garantizo que los problemas no se harán grandes.
Para finalizar añadiré el principio que sustenta cada punto:
1) Comprométanse a ser honestos - Principio rector la Verdad
2) No seas hiriente - Principio rector el Respeto
3) No huyas - Principio rector la Responsabilidad
4) Solo atiende el problema - Principio rector
5) Elige el momento oportuno - Principio rector la Sabiduría
6) Ten siempre detrás de cada problema una solución - Principio rector la Responsabilidad
7) Acepta que no siempre se llegará a un acuerdo - Principio rector el Respeto
Es
un gusto informarte que ya están mis intervenciones en Grupo Fórmula en
iTunes, búscame como “Mijael Avila”, me despido con una frase de mi
Twitter @mijaelavila “El precio del enojón es que le mientan #Hedicho”

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